Hoy desperté silenciosa….busque la hora. 10:15 de la mañana. Miré la fecha, 18. La recuerdas?...
Ultima noche, Ultimo día. Y todo coincide, guardo todo eso que se debe cargar en los viajes, y una canción envuelve el momento.
Todo logra reducirse a un bolso, música, recuerdos, fotografías, y un par de miedos que se convierten en sombras a la hora de pensar que mañana abriré solitaria la puerta de esa pieza que logro refugiar todo lo que somos, todo aquello que nos dijimos que fuimos y seremos. Nuestro hogar tapizado de ese azul cielo que tantas veces nos embriago y cobijo. En donde logramos capturar nuestras miradas y transformarlas en silencios y sonrisas
Porque el tiempo no destruye lo que nace de las esperanzas, lo que nace en noches azules, ese amor que se puede construir con las manos, letras, melodías. Momentos en los que nos bastamos, esos en los que miras hacia el lado y sonríes de forma natural porque ves pasar el día, la tarde, la noche junto a esa persona que te ayuda a pintar la vida con tus colores preferidos, quien grita a tu oído eso que te adormece. Eso que te seca, para lograr derribar los muros, los miedos y las oscuridades. Quien es capaz de decirte libertad al oído, susurrante. Sonriente.
No he sentido mayor seguridad que cuando te invité a pintar el lado oscuro de la luna y preguntaste quien mojaba los pinceles en el agua…
Mi sonriente ojos de niño…sigamos. Sonriamos. Nosotros sentimos la textura de este amor diferente…no dejes de palpar.
Ultima noche, Ultimo día. Y todo coincide, guardo todo eso que se debe cargar en los viajes, y una canción envuelve el momento.
Todo logra reducirse a un bolso, música, recuerdos, fotografías, y un par de miedos que se convierten en sombras a la hora de pensar que mañana abriré solitaria la puerta de esa pieza que logro refugiar todo lo que somos, todo aquello que nos dijimos que fuimos y seremos. Nuestro hogar tapizado de ese azul cielo que tantas veces nos embriago y cobijo. En donde logramos capturar nuestras miradas y transformarlas en silencios y sonrisas
Porque el tiempo no destruye lo que nace de las esperanzas, lo que nace en noches azules, ese amor que se puede construir con las manos, letras, melodías. Momentos en los que nos bastamos, esos en los que miras hacia el lado y sonríes de forma natural porque ves pasar el día, la tarde, la noche junto a esa persona que te ayuda a pintar la vida con tus colores preferidos, quien grita a tu oído eso que te adormece. Eso que te seca, para lograr derribar los muros, los miedos y las oscuridades. Quien es capaz de decirte libertad al oído, susurrante. Sonriente.
No he sentido mayor seguridad que cuando te invité a pintar el lado oscuro de la luna y preguntaste quien mojaba los pinceles en el agua…
Mi sonriente ojos de niño…sigamos. Sonriamos. Nosotros sentimos la textura de este amor diferente…no dejes de palpar.