Hoy, Te entrego esa ventana con maderas azul marino que siempre quisiste para mí.
No dejes de recitarme, sea cual sea tu lugar, porque yo jamás borraré de mis pestañas la silueta de tus manos jugando con el viento.
Hoy, Te entrego esa ventana con maderas azul marino que siempre quisiste para mí.
No dejes de recitarme, sea cual sea tu lugar, porque yo jamás borraré de mis pestañas la silueta de tus manos jugando con el viento.